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P. Santiago

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VÍA LUCIS

De igual forma que las etapas de Jesús camino del Calvario se han convertido en oración, los acontecimientos post pascuales son también para nosotros oportunidad para crecer en nuestro trato con Dios, en nuestra oración personal.

Hace unos días abrí un devocionario y estaba buscando el Vía Crucis y ¡oh sorpresa! cuando en el índice vi que decía: Vía Lucis. Pensé: tiene que haber un error y fui a la página indicada, no había error, yo conocía la devoción al Vía Crucis, pero he de decir que no la del Vía Lucis.

Desde el Domingo de Pascua hasta el de Pentecostés, hay cincuenta días llenos de acontecimientos inolvidables que los apóstoles, discípulos y las mujeres que seguían a Jesús, vivieron intensamente.

En el Vía Lucis, como en el Vía Crucis, se recorren catorce estaciones con Cristo triunfante, desde la Resurrección hasta Pentecostés, siguiendo los relatos evangélicos.

ACONTECIMIENTOS POST PASCUALES

¿Por qué me ha llamado la atención esta devoción?

De igual forma que las etapas de Jesús camino del Calvario se han convertido para nosotros los cristianos en camino de oración, los acontecimientos post pascuales, son también para nosotros oportunidad de crecer en nuestro trato con Dios; en nuestra oración personal.

Me gustaría Señor hacerte una pregunta, ¿por qué te quisiste quedar 40 días?

Creo que Tu respuesta tendrá un velo de misterio. 

… Tiempo de Pascua, es ocasión para crecer en la fe y la esperanza. Seguramente en esos cuarenta días Tú fortalecerías esa fe y esa esperanza en los apóstoles, en los discípulos, en las santas mujeres.

Les vas preparando para Tu partida. Y les ayuda a tener la conciencia de que será verdad aquella promesa:

«Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo»

 (Mt 28, 20)

Así como el Vía Crucis es el camino de la Cruz, el Vía Lucis es el camino de la luz, del gozo y la alegría vividos con Cristo. 

Vamos a dejarnos iluminar con la presencia y acción de Cristo resucitado que vive ya para siempre entre nosotros. En estos breves minutos casi sólo puedo mencionar la estación y quizá decir algo que me ayude hablar con Jesús.

PRIMERA ESTACIÓN.
¡CRISTO VIVE!: ¡HA RESUCITADO!

via Lucis

En los cementerios se suele poner «aquí yace»… en cambio, en el de Jesús, el epitafio no estaba escrito sino que lo dijeron los ángeles:

«No está aquí, sino que ha resucitado»

(Lc 24, 5-6)

SEGUNDA ESTACIÓN.
EL ENCUENTRO CON MARÍA MAGDALENA.

Es sencillamente la primera. Ha sido una mujer que ha sabido amar a Jesús, después de mucho pecar.

Creo yo Jesús que ella se lleva este premio. La primera, no sólo en ver a Jesús, sino en tocarlo.

Danos Señor una fe muy grande de saber que te podemos ver y que te podemos tocar.

TERCERA ESTACIÓN.
JESÚS SE APARECE A LAS MUJERES

Las mujeres son las primeras, casi siempre en todo y, en este caso, son las primeras en reaccionar ante la muerte de Jesús. 

Señor, ¡qué bueno es contar con mamás, esposas, hermanas, hijas, novias, abuelas! capaces de reaccionar con naturalidad femenina a Tu presencia. Son ellas las encargadas de esa misión: despertar la fe en las familias. 

CUARTA ESTACIÓN.
LOS SOLDADOS CUSTODIAN EL SEPULCRO DE CRISTO

Cuenta san Mateo en el capítulo 28, lo siguiente:

“ … he aquí unos de la guardia fueron a la ciudad y dieron aviso a los principales sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido”

(Mt 28 11-12)

Por supuesto que esos guardias contarían la verdad de la Resurrección…Pero, en lugar de creer, los sumos sacerdotes y los ancianos quieren ocultar el acontecimiento de la Resurrección y, con dinero, compran a los soldados porque la verdad no les interesa cuando es contraria a lo que ellos piensan. ¡Qué barbaridad! Se niegan incluso a creer a los soldados, entonces, ¿a quién le van a creer?

Señor, danos amor a la verdad. Así te podemos conocer, tratar y amar. Nunca te impones. ¡Increíble! Lo dejas a nuestro capricho. 

QUINTA ESTACIÓN.
PEDRO Y JUAN CONTEMPLAN EL SEPULCRO VACÍO

Siempre me ha impresionado la delicadeza de Juan de dejar que el primero que entre al sepulcro sea Pedro.

Juan, que junto a su hermano Santiago había estado en la discusión de quién sería el primero, ahora sabe la importancia de reconocer en Pedro al sucesor de Cristo.

Podemos pensar lo que queramos del Papa. Pero es necesario creer que es el Vice Cristo en esta tierra, por querer del Resucitado. 

SEXTA ESTACIÓN.
JESÚS EN EL CENÁCULO MUESTRA SUS LLAGAS A LOS APÓSTOLES

Les recomiendo la homilía del Papa Francisco del pasado domingo de la Misericordia.

Los apóstoles, “estaban encerrados en casa, también estaban encerrados en sus remordimientos. Habían abandonado y negado a Jesús. Se sentían incapaces, buenos para nada, inadecuados. Jesús llega, se les aparece y les muestra su costado abierto y sus manos,  y les repite dos veces:

«¡La paz esté con ustedes!»

(Lc 24, 35)

No da una paz que quita los problemas del medio, sino una paz que infunde confianza dentro”. 

Esas mismas llagas Jesús, sigues mostrándolas a Tu Padre Eterno e implorando, para todos nosotros, Su amor y Su misericordia.

SÉPTIMA ESTACIÓN.
EN EL CAMINO DE EMAÚS

Aquí le podemos pedir a Jesús que camine a nuestro lado… pero que lo sepamos identificar y descubrir. Es Cristo que pasa. Y poder decir: ¿No es verdad que ardía nuestro corazón mientras nos hablaba en el camino?

OCTAVA ESTACIÓN.
JESÚS DA A LOS APÓSTOLES EL PODER DE PERDONAR LOS PECADOS.

Durante la Última Cena, les dio el poder de renovar su entrega por amor: el poder de celebrar el sacrificio de la Eucaristía. En estos momentos, les hace partícipes de la Misericordia de Dios: el poder de perdonar los pecados. Los apóstoles y con ellos todos los sacerdotes, que han escogido este regalo precioso, Dios otorga al hombre la capacidad de devolver la amistad con Dios. 

Un Dios que perdona es un Dios muy grande. Sólo nos queda buscar este don cada que lo necesitemos. 

NOVENA ESTACIÓN.
JESÚS FORTALECE LA FE DE TOMÁS.

via Lucis

Más tozudo… Cabeza dura. Está bien que no le crea a las mujeres que parecen unas loquitas de amor… ok.  Que no le crea alguno de los apóstoles… ok

Pero es que Tomás se empeñó en no creer:

“Si no veo en sus manos la señal de los clavos, y meto el dedo en el lugar de los clavos, y no pongo la mano en su costado, no creeré”.

(Juan 20, 25-26)

Esto, Jesús, me lleva a pensar en aquellos que se niegan a creer. No importa, Tú tienes caminos también para enseñar a estos Tus llagas, que son las que nos hablan de Tu amor y de Tu misericordia.

DÉCIMA ESTACIÓN.
JESÚS RESUCITADO EN EL LAGO DE GALILEA

Para Jesús debió resultar bueno y tranquilizador ver que los apóstoles salían de su encierro y estaban regresando a sus faenas de pesca. 

Allí es donde nos quiere ver Jesús: trabajando, en medio de las ocupaciones ordinarias es donde sale a nuestro encuentro.

UNDÉCIMA ESTACIÓN.
JESÚS CONFIRMA A PEDRO EN EL AMOR

Pedro está ahí, al pie de Jesús, dando la cara. Y Jesús confía en él. Le dice tres veces: Apacienta mis corderos. Pastorea mis ovejas. Apacienta mis ovejas.

Es la misión que le da. Confirma esa elección: ser la roca en la que se fundamente la Iglesia. 

DUODÉCIMA ESTACIÓN.
LA DESPEDIDA: JESÚS ENCARGA SU MISIÓN A LOS APÓSTOLES

Antes de dejar a sus discípulos, el Señor les hace el encargo apostólico: la tarea de extender el Reino de Dios por todo el mundo; de hacer llegar a todos los rincones, la Buena Noticia.

¿Cómo se extiende? Viviendo la caridad. El mandamiento del amor y también con la alegría de vivir, de disfrutar la vida que nos das cada día, nos la regalas. El amor, la alegría y la paz, son contagiosas. Así seguiremos nosotros anunciando a todas las gentes la buena noticia.

¿Cuáles creen ustedes que son las dos últimas estaciones?

DECIMOTERCERA ESTACIÓN
JESÚS ASCIENDE AL CIELO

Ha salido del Padre, ahora vuelve al Padre y está sentado a Su derecha.

Jesús ha esperado también este momento: subir al seno del Padre.

¡Más que merecido Jesús! Te querríamos detener junto a nosotros, pero comprendemos que también es parte del plan de Tu Padre: ¡Volver!

Allí no pararás de hablar de nosotros.  Es verdad que te quisiste quedar con nosotros en la Eucaristía, ¡Gracias Señor!

DECIMOCUARTA ESTACIÓN
LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO EN PENTECOSTÉS

Via Lucis

De esta estación no quiero Señor hablar nada todavía.

Más bien vamos a pedirte en 10 minutos con Jesús que nos envíes al Espíritu Santo y que se renueve en nosotros una nueva Pentecostés.

Terminamos con la oración final que propone el Vía Lucis

ORACIÓN FINAL

Señor y Dios nuestro,
fuente de alegría y de esperanza,
hemos vivido con Tu Hijo los acontecimientos de Su Resurrección y Ascensión hasta la venida del Espíritu Santo;
haz que la contemplación de estos misterios nos llene de Tu gracia y nos capacite
para dar testimonio de Jesucristo
en medio del mundo.

Te pedimos por Tu Santa Iglesia:
que sea fiel reflejo
de las huellas de Cristo en la historia y que, llena del Espíritu Santo,
manifieste al mundo los tesoros de Tu amor,
santifique a Tus fieles con los sacramentos y haga partícipes a todos los hombres
de la Resurrección Eterna.
Por Jesucristo nuestro Señor.


Citas Utilizadas

Hch 5, 27-33

Sal 33

Jn 3, 31-36

Lc 24, 5-6

Mt 28, 11-20

Vía Lucis

Reflexiones

Con el “Vía Lucis” nos iluminamos con la presencia y acción de Cristo Resucitado que vive entre nosotros.

 

https://es.catholic.net/op/articulos/15609/via-lucis.html#modal

 

 

Predicado por:

P. Santiago

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COMENTARIOS

  1. Alberto. ivern dice:

    La idea de un vía lucí es sencillamente extraordinaria. Desoculta la verdadera Buena Noticia!!! Lamento que las reflexiones no estén a la altura de esta absoluta novedad.no parecen de alguien que haya resucitado con Cristo. Son viejas consignas, intelectuales, sin sabiduría. Lo de siempre…

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