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P. Juan Carlos

5 min

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MEDALLA MILAGROSA

Haz que se acuñe una medalla según este modelo. Todos cuantos la lleven puesta recibirán grandes gracias.

Comenzamos estos 10 minutos con Jesús. Hoy intentaremos hacer la oración sobre Nuestra Madre, confianza y devoción a la Santísima Virgen, aprovechando que, en muchos sitios se celebra a Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa.

APARICIONES DE LA VIRGEN

Esta advocación tiene lugar en Francia, por las apariciones de la Santísima Virgen a Catalina Laboure, en 1830. Y fue justamente un 27 de noviembre, cuando se presentó por segunda vez y le reveló estas ventajas que daría a todas las personas que usen esa medalla, que luego pasó a llamarse la ‘Medalla Milagrosa’. 

Dice que en ese momento se apareció una forma ovalada en torno a la Virgen; estamos en la aparición, en la segunda aparición y en el borde interior de esta forma ovalada apareció escrita la siguiente invocación:

“María sin pecado concebida, ruega por nosotros que acudimos a ti”

Estas palabras formaban un semicírculo que comenzaba a la altura de la mano derecha, pasa por encima de la cabeza de la Virgen, terminando a la altura de la mano izquierda.

Y oyó Catalina de nuevo la voz en su interior: “Haz que se acuñe una medalla según este modelo, todos cuantos la lleven puesta recibirán grandes gracias. Las gracias serán más abundantes para los que la lleven con confianza”. 

UNAS VOCES EN SU INTERIOR

Y luego continua la aparición entonces dio media vuelta y quedó formada en el mismo lugar al reverso de la medalla, en la que aparecía una “M” sobre la cual había una cruz descansando sobre una barra la cual atravesaba la letras hasta un tercio de su altura, y debajo los corazones de Jesús y de María.

La misma aparición se repitió con las mismas circunstancias hacia el fin de diciembre. “En adelante ya no me verás hija mía, (le dijo al final la Virgen) pero oirás mi voz en la oración”

La Virgen que acude a ayudar a Catalina que le había pedido, porque se quedó muy jovencita huérfana de madre, que sea su madre, que vele por ella, que le cuide. Y la Virgen es así, cuando se le pide con cariño, cuando se le pide con confianza, nunca nos deja solos.

Como decía san Josemaría:

“No existe corazón más humano que el de una criatura que rebosa de sentido sobrenatural. Piensa en Santa María, la llena de gracia, hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo, Esposa de Dios Espíritu Santo.

En su corazón cabe la humanidad entera sin diferencias, sin discriminaciones.

Cada una es su hijo, cada una es su hija”.

MEDALLA MILAGROSA
QUIERO SER MEJOR HIJO TUYO

Nuestra Madre la Virgen, hoy Señora, acudimos a ti para pedirte que nos ayudes a hacernos más amigos de tu Hijo Jesús y mejores hijos tuyos.

Cuántos desvelos de madre por cada uno de nosotros, que a veces, no nos portamos tan bien. Más desvelos cuando más los necesitamos. Madre mía, las madres de la Tierra, miran con mayor predilección al hijo más débil, al más enfermo, al más corto, al que está lisiado.

Señora, yo sé que tú eres más madre que todas las madres juntas, y como yo soy tu hijo y como soy débil y enfermo y  lisiado: ¡Acuérdate de mí!

MADRE MÍA, NO ME DESAMPARES

Nuestra Madre está presente en la lucha de cada día, conoce el barro del que estamos hechos y después de nuestros errores, nos hace volver al amor de su Hijo, por este camino suyo lleno de delicadezas y de cariño.

Por eso hemos de buscar siempre el amparo de la Virgen, pero de una manera especial, si el Señor permite tentaciones más difíciles.

Cuando parece que faltan las fuerzas, si se nos hace más áspero el camino o cuando somos más conscientes de las dificultades por las que pasan las almas en el momento actual, reforcemos nuestra esperanza, acudamos a Nuestra Madre Santa María, que es nuestro refugio y nuestra fuerza.

Si nos pegamos a ella, el saldo será siempre positivo. Aprendamos a hacer lo que está de nuestra parte y a dejar todas las cosas en manos de la Virgen, en un abandono verdadero.

MEDIADORA DE GRACIAS

Recordamos  el Evangelio:

«Mujer ahí tienes a tu hijo; ahí tienes a tu madre»

(Jn 19, 26),

y a partir de ese momento Juan la recibió en su casa.

Y tú y yo, también la recibimos como madre, ella nos conduce, por eso vamos a meter a la Virgen en todo y para todo.

Como decía san Bernardo:

“Si ella te conduce no te cansas, no te cansarás.  – Ipsa propitia pervenis. -Si ella te ayuda, puedes estar persuadido de que llegarás”

Ella que es medianera de todas las gracias.

TRATEMOS A NUESTRA MADRE, LA VIRGEN

El principio del camino, que tiene por final la completa locura por Jesús, es un confiado amor hacia María Santísima.

Y nos recomendaba san Josemaría:

¿Quieres amar a la Virgen? pues trátala”. 

Y hoy, Señor, en este rato de oración, te decimos que queremos tratar a tu Madre, conocerle más, estar como más atentos a Ella, descubrir… Una cosa puntual, puede ser, rezar mejor el Ángelus el día de hoy.

Estuve el fin de semana, en el oriente ecuatoriano cerca de una misión, en Aguano, y a las seis de la tarde sonaba en el reloj de la iglesia, la canción, la tonada en un carrillo, la tonada de la Salve popular.

Y me sorprendió porque, primero es larga, pero me sorprendió más porque estoy acostumbrado a rezarla solo a las doce.

Pero la costumbre antigua era rezar: a las seis de la mañana, doce del mediodía y seis de la tarde.

MEDALLA MILAGROSA
DETALLES PARA NUESTRA MADRE

Y cuando sonó a las seis de la tarde, fue para mí como un llamado de atención, porque reconocí que la tonada ¡era la Salve! y la gente que estaba, se veía, y se paraba para decirle algo con el corazón de la Virgen.

Cómo lo hacemos tú y yo en este instante, digámosle algo de cariño a la Virgen: “Dios te  salve, Reina y Madre, Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve”.

Es que eso es lo que hacen los hijos que quieren, los hijos cariñosos. Un hijo cariñoso sabe decirle cosas bonitas a su madre.

Pues hoy, tú y yo, seremos hijos cariñosos, le diremos muchas cosas bonitas, porque la Virgen nos cuida siempre, y a veces nos olvidamos nosotros de devolverle esos cuidados maternales y nos ponemos, no sé, un poco tontos.

JACULATORIAS: CARIÑOS PARA LA VIRGEN 

Madre, hoy queremos cuidar muy bien del Ángelus, hoy queremos cuidar muy bien nuestras normas marianas.

Si rezas el rosario, hacerlo con más cariño, si haces muchas jaculatorias a lo  largo del día hacerlas con más cabeza, que esté como más presente de Nuestra Madre. Ella se ha querido quedar con nosotros.

También, a través de la Medalla Milagrosa, cuánta gente ha tenido muchísima devoción, y ha sido un instrumento de salvación para tanta gente también.

Hoy acudimos a Nuestra Madre, para pedirle que nos ayude a llegar a su Hijo, que nos enseñan siempre esas mismas palabras que les dijo a los sirvientes:

«Haced lo que Él os diga»

(Jn 2, 5-9).


Citas Utilizadas

Ap 14, 14-19

Sal 95

Lc 21, 5-11

Jn 2, 5-9

Jn 19, 26

 

Reflexiones

María, madre de misericordia, vida dulzura y esperanza nuestra.

Predicado por:

P. Juan Carlos

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