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P. Juan

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LOS QUE PUEDEN MATAR EL CUERPO

Jesús nos envía a llevar el Evangelio a todas partes, pero nos habla también de la incomprensión y persecución que sufriremos por hacerlo.

¿DE QUE NOS HABLAN LAS LECTURAS DE ESTE DOMINGO, SEÑOR?

En la primera de Jeremías, un profeta llamado por Dios, para despertar la conciencia de su pueblo, que se apartaba de Dios, dice el profeta de su angustia:

“Oigo el cuchicheo de la gente, pavor en torno, delátenlo, vamos a delatarlo, mis amigos acechaban mi traspié, a ver si se deja seducir y lo abatiremos, lo atraparemos y nos vengaremos de él”.

(Jeremías 20,10-11)

Alrededor de Jeremías se organiza una conspiración en contra de este hombre de Dios, hasta quienes eran sus amigos lo quieren ver caer y en el Evangelio estas palabras tuyas, Jesús,

“lo que les digo de noche, díganlo en pleno día lo que escuchen en el oído, pregónenlo desde la azotea, no tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma”.

(Mt 10, 27-28)

Enviaste a los tuyos a que hagan pública tu enseñanza, que la difundan y le hagan llegar a otros, que no sea tu mensaje algo escondido que se dice en voz baja, en lugares cerrados, sino que salga, resuene, que alcance los oídos de todos.

Y a continuación de ese mandato les decís que no tengan miedo a los que matan el cuerpo, nos podríamos preguntar y ¿miedo a qué Señor? porque esa alusión a los que matan, acaso tu palabra es de agresión, acaso buscamos molestar a alguien al transmitir tus enseñanzas.

¿Quién iba a querer matarnos? al contrario, en todo caso nos agradecerán, sin embargo, como le pasa al profeta, como tus enviados, Jesús, como te pasó a Vos mismo, en ocasiones no es bien recibida Tu Palabra.

Incluso, llega a producir una reacción adversa de rechazo y hasta de violencia.

El caso más chocante es sin duda, el tuyo mismo, Jesús, que siendo Vos la bondad, el Mesías esperado, que trae el mundo la salvación, Sos también piedra de escándalo, hasta el punto que algunos quieren matarte y lo consiguen.

Ya el anciano Simeón  había profetizado al verte en brazos de Tu Madre cuando te llevaron al templo:

“Este niño ha sido puesto para caída y levantamiento de muchos en Israel y para ser señal de contradicción”.

(Lc 2, 34)

Ahora en nuestra oración, podemos preguntarte,

¿Por qué Jesús? ¿Por qué?

En tu caso concreto las causas parecen ser la envidia de los fariseos, que tu enseñanza los sacaba de sus esquemas y de su seguridad, tenían una autoridad formada.

Con mayor benevolencia podríamos decir que Tu enseñanza les amenazaba, las traiciones que habían recibido ellos de Moisés y por tanto de Dios, aquí por eso esa reacción tan contraria.

Sin embargo, seguramente hay algo más profundo, algo que hubiera hecho explotar aunque no hubieran estado los fariseos y qué hace que aún hoy y a lo largo de toda la historia y en lugares muy distintos, se cumpla lo que vos mismo lo dijiste Señor y que éstas son palabras que están inmediatamente antes del Evangelio, que hoy leemos:

“Si el dueño de casa lo llamaron Belzebul, cuánto más a los de su casa”.

(Mt 10, 25)

Hay algo que hace que los cristianos sean perseguidos, en ocasiones hasta la muerte, en otras de una manera más sutil, al punto que uno podría llegar a preguntarse si realmente vive el Evangelio, si es que si lo estás llevando a los demás, sí que no recibe ningún tipo de de persecución, ningún tipo de rechazo, ni siquiera el más mínimo.

Y quizá la explicación a todo esto, de esta aversión a la buena noticia, tenga que ver con lo que él Jeremías recriminaba a su pueblo, este profeta que sale hoy en la primera lectura, que los recriminaba que se habían apartado del verdadero Dios para desviarse hacia dioses extranjeros.

Entonces el profeta los llama la conversión, que vuelvan a Dios, que pongan en él su confianza.

Y tu mensaje de Jesús, nos puede resultar incómodo, como le resultaría incómodo a quienes escuchaban a Jeremías.
Si es que hemos caído en algún tipo de idolatría, sí no estamos tan dispuestos a poner nuestra confianza en Dios, a dejarnos guiar por sus mandamientos.

A otros podría incomodarles que que uno tenga fe en ese Dios y trate de vivir según su fe, porque si ellos no están dispuestos a reconocer a Dios alguno, entonces la fe de los creyentes se podría interpretar como una desaprobación de una vida atea o los podría hacer pensar quizá también ellos deberían tener más en cuenta a ese Dios.

Hoy en día hay puntos en que el mensaje del Evangelio choca más fuerte en países occidentales. Ante esta cultura del relativismo, que busca imponer algunas ideologías, la enseñanza de la Iglesia es una piedra en el camino y lees no sólo en el catecismo de la Iglesia, también en quienes buscan, quienes buscamos la verdad en esa doctrina y queremos que ilumine toda nuestra vida.

QUEREMOS QUE SE ACERQUEN A DIOS

que se acerquen a Dios

Qué difícil resulta también Señor, ayudar a otros cuando vemos que podríamos sacarlos del error, sugerirles algo que los ayudaría a ser mejores y es difícil decirlo.

Algo que puede caer mal, porque ese consejo, que tiene que ver con Tu enseñanza Señor, en ocasiones puede contristar, causar rechazo o enojo y Vos nos mandas a hacer la corrección fraterna.

Cuando preparaba esta meditación, había escuchado ese día los 10 minutos con Jesús, que en esa ocasión el padre Juan Carlos, nos animaba a vivir la amabilidad siempre, decía que: más se consigue con amabilidad que con celo, con retórica y en verdad.

CON AMABILIDAD

Sin dejar de lado la amabilidad y sin dejar de cuidar los modos, pienso que en ocasiones podemos hacer también nosotros un poco esa piedra de escándalo, si no queremos dejar a un lado nuestra fe y nos va a costar, pero no lo hacemos para escandalizar a nadie, para que los demás se alejen de Dios, sino para que puedan acercarse.

Me viene a la cabeza una escena de la película Matrix, en la que  al protagonista le están explicando que su misión es salvar la humanidad, pero en el proceso, intentando salvar la humanidad, cualquier humano puede convertirse en un enemigo, porque los agentes, que son las máquinas, que son el verdadero enemigo, pueden utilizar a cualquier persona como un arma.

Conclusión que estamos salvando la humanidad, pero en el proceso puede ser que tengamos que matar humanos concretos, que se interponen en el camino.

Parece contradictorio y nosotros no es que queremos llevar el Evangelio a todo el mundo para que los hombres se salven, pero en el proceso vamos a hacer que quienes lo rechacen se pierdan, por su reacción negativa ante la voluntad de Dios.

Vamos a procurar que lo reciban con amabilidad y quienes no lo reciben rezaremos por ellos, quizá en otro momento se conviertan.

MARIA GORETTI

María Goretti

Recuerdo ahora a Alessandro que fue el asesino de María Goretti, esa adolescente que murió mártir defendiendo su pureza, por amor a Cristo, no estuvo dispuesta a acceder a las solicitación indecentes de ese chico unos años mayor que ella, que acabó por asesinarla.

Se podría considerar que al ser María fiel a los mandamientos, dio lugar a que Alessandro cometiera un crimen horrible, aunque quizás sería más correcto, pensar que la conducta de ella hizo que en este jovencito se manifestará el mal corazón que tenía.

Sin embargo, ella lo perdonó y antes de morir dijo que quería que también su verdugo llegara al cielo, sabía que se estaba muriendo y ese chico pasó 25 años en la cárcel, pero se convirtió, pido perdón a la familia de María, acudió a su intercesión cuando ella fue beatificada.

De hecho colaboró en el proceso de beatificación y al salir de la cárcel, trabajó muchos años como jardinero en un convento de capuchinos.

DAR TESTIMONIO DEL EVANGELIO

Vamos a terminar pidiendo al Señor que nos dé la fortaleza, la rectitud de intención para dar testimonio de tu Evangelio, también cuando pueda chocar, que lo hagamos siempre con la intención de serte fieles y de ayudar a este mundo a servir a quienes los rodean, porque confiamos en que Tu verdad nos hace libres.


Citas Utilizadas

Jeremías 20, 10-13

Salmo 68

Romanos 5, 12-15

Mateo 10, 26-33

Lc 2, 34

Reflexiones

Señor Jesús, haz que yo sea instrumento de tu paz, que sepa transmitir la belleza de la fe y de tus enseñanzas para que pueda acercar más almas a Ti.

 

Predicado por:

P. Juan

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