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P. Josemaría

7 min

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DIOS HARÁ EL RESTO

El Santo Cura de Ars no tenía mucha ciencia, ni mucho dinero, pero sí tenía mucha unión con Dios, quien hizo el milagro que había dicho el Obispo cuando lo ordenó: Dios hará el resto.

Estoy leyendo un libro que se titula «Redescubrir a los santos, 25 preguntas que cambiarán tu vida», de Matthew Kelly, me está gustando mucho, porque va contando la vida de algunos santos que a él le han impactado más, comienza con Dimas, el buen ladrón, el primero de todos los santos, dice, por qué se robó el cielo y entró justo en el momento en que Jesús fue re abrirlo con su muerte en la cruz. 

SANTO CURA DE ARS  

SANTO CURA DE ARS

Pero, esa es otra historia. Hoy, para tu oración te quiero hablar de otro de los santos, de que habla tambien este librito, al santo que celebramos hoy: San Juan Maria Vianney, mejor conocido como el santo Cura de Ars.

¿Qué hizo este sacerdote santo? para que entre todos los sacerdotes santos que hay en la Iglesia, que son muchísimos, fuera nombrado: «Patrono de todos los sacerdotes del mundo».

Pues, este gran santo sacerdote, francés, que vivió en la primera mitad del siglo XIX, fue párroco de un pueblo. Le decían pueblo a Ars, pero aquí, en Mexico le llamaríamos una ranchería, porque había más o menos, cuando él llegó habian 130 habitantes, el día de hoy Ars tiene ya ¡300! 

PÁRROCO DE ARS

En este pueblito tan pequeño estuvo San Juan Maria Vianney durante 40 años. Ese fue su destino, su único destino como sacerdote.

Te cuento un poco de él: desde niño quiso ser sacerdote, entró en el seminario con mucha ilusión, pero tenía una enorme dificultad para estudiar, sobre todo para latín, (como la Misa se celebraba sólo el latín), pues tenía un problema.

Pero es que no sólo le costaba el latín, en realidad le costaban todas las materias; tanto que sus superiores a punto estuvieron de pedirle que mejor se fuera del seminario, porque no podía con los estudios. Sin embargo, le dieron otra oportunidad y acabó los estudios cómo pudo. 

ES PIADOSO Y REZA, ES HOMBRE DE ORACIÓN

Finalmente, cuando se acercaba el tiempo para su ordenación los superiores preocupados, le dijeron al obispo que no lo veían en condiciones de ser ordenado sacerdote…

A lo que el Obispo les dijo: «¿Pero, porque no lo ven con condiciones?» 

Respondieron: «Es que no es bueno para hablar«

(Tuvo que sufrir mucho con los estudios, en el fondo, dudaban que pudiera con la vocación).

Pero el obispo sabio, les preguntó: ¿Es piadoso? ¿Reza? Porque sí es un hombre de oración ¡Ya la hizo! 

Estos le respondieron: «Pues si, reza muchísimo».    

El obispo le volvió a preguntar: » ¿Y Quiere a la Santísima Virgen?»

Le respondieron nuevamente: .«También muchísimo»,

y entonces dijo el obispo: «Pues yo lo voy a ordenar y que la Gracia de Dios esté con él para lo que falte»..

Santo cura de Ars

Y efectivamente le faltaba casi todo, pero todo eso lo puso Dios, porque eran cosas que no dependían de él. Lo que sí dependía de él, si lo tenía. Era un hombre muy bueno, tan sacrificado y  tan entregado. 

Y entonces lo mandaron a su primer destino y el único que tuvo en su vida: la parroquia de Ars. 

Cuando se iba le dijo el Vicario de la diócesis: «Pues mucho ánimo, porque no hay mucho amor de Dios en esa parroquia, tú tendrás que ponerlo». 

Y así fue que cuando llegó, la iglesia estaba cerrada, la abrió y se la encontró completamente sucia, todo roto, abandonado, lleno de telarañas. Y así, poco a poco empezó a limpiar la iglesia y a componer las cosas como podía, con su oración.

LOGRÓ ACERCAR A MUCHÍSIMAS ALMAS A DIOS

¡Pues fijate que lo logró! Logró que aquellos habitantes que vivían vidas muy complicadas, muy alejadas de Dios, poco a poco empezaran a ir al templo.

Se dedicó durante cuarenta años a atender a esa comunidad, a confesar, a rezar por ellos, a exponer al Santísimo y como ya te dije, el cura de Ars, no tenía mucha ciencia, ni mucho dinero, pero sí tenía mucha unión con Dios, e hizo el milagro que había dicho el Obispo cuando lo ordenó: Dios hará lo que falta.

Y, así fue como poco a poco comenzaron a venir de otros lugares a verlo para confesarse con él. Tenía un don extraordinario, dicen que cuando confesaba llegabas ahí, y haz de cuenta que te  ponía como un escáner en la conciencia, casi no hacía falta que le dijeras nada, porque pareciera que lo adivina todo.

DESDE LA CIUDAD VECINA

Un día le contaron a un señor de la ciudad vecina que había un padrecito muy santo en el pueblo de Ars. Que la gente iba a verlo, él dijo: que no creía en nada de eso, pero quiso ir a comprobarlo por él mismo, y ver si era verdad .Se fue y al llegar se confesó con el padre Juan María Vianney, con el cura de Ars.

Cuando volvió a su pueblo le preguntaron: qué tal, ¿qué viste? fíjate lo que les dijo: “He visto a Dios en un hombre, he visto a Dios en una persona”. 

Pues, ojalá que eso mismo se pueda decir que cada sacerdote. Que nos esforzamos por estar unidos a Tí Jesús. Por preocuparnos de los demás; por ser fieles servidores de la Iglesia. Y, aunque es verdad que tenemos que esforzarnos por ser Santos y entregarnos a los demás. Yo creo que también hay que decirlo: no esperemos de los sacerdotes lo que no es esencial. 

Como por ejemplo si es o no, un gran orador.  «Porque me cautiva con sus homilías o que me hable bonito», «porque sino yo no voy a Misa», estoy claramente exagerando.

Pero todo esto es algo no esencial: que sea divertido en la Misa de los niños para que no se distraigan… Pues no, esto no es lo esencial. Tampoco que hable idiomas, que sea muy simpático, que nos haga reír, etc.

LOS  SACERDOTES SON EL CORAZÓN DEL AMOR DE JESÚS
El hará todo

Deseamos que todo eso fuera verdad. Ojalá, que todos los sacerdotes cada vez estemos más preparados, también humanamente hablando. Hay que ayudarnos, hay que ayudarles a los sacerdotes a mejorar. Puede ser con una corrección fraterna o con un comentario de cariño. 

Pero es que a veces la gente espera del sacerdote cosas que probablemente, ni siquiera le ayudan a su vida de piedad, que probablemente ni siquiera le ayuden en su santidad. 

¿Qué es lo que si hemos de esperar del sacerdote? Que ame a Jesucristo, que se note que tiene un amor grande a la Iglesia y a todas las personas y que se entregue…

PATRÓN DE TODOS LOS SACERDOTES

Que pase horas atendiendo a uno y a otro, y a otro, con sacrificio en el confesionario y con una sonrisa. Eso sí vamos a pedir, para que así seamos todos los sacerdotes.

Pues eso, precisamente es lo que hizo San Juan María Vianney y es por esto  el patrón de todos los sacerdotes.   

Por eso hoy, la Iglesia nos anima a todos a pedir por ellos. Es, lo que te animo a pedir para todos los sacerdotes, especialmente en el día de hoy, pero todos los días, que todos tengamos estas condiciones que tuvo este Santo Cura de Ars.

Fíjate lo que decía: «El sacerdote es el amor del corazón de Jesús« de esta manera no dice: «El sacerdote es otro Cristo». Que tenga un corazón como el de Cristo.

Pues hoy, la Iglesia pide a todos, pide a todos los fieles, que recemos por los sacerdotes, vamos a pedirle todos, hoy esto al Señor Jesús: Danos vocaciones de sacerdotes que quieran ser santos, que quieran ser el corazón de Cristo y que tu Padre. Que el Espíritu Santo haga lo demás.

ORACIÓN, EL MEJOR DETALLE DE CARIÑO

Matías Y ORACIÓN

Entiendo que todos necesitamos modelos a seguir, pero, es que no le hacemos ningún favor al sacerdote, cuando «lo chanoquemos», como los ídolos de los aztecas, como cuando lo adulamos.«Padre, es qué usted si es bueno«, le dijo una vez a un sacerdote santo, y éste respondió: «sí ya me lo había dicho el diablo: seréis como dioses” .

Pues efectivamente es una gran tentación de adular al sacerdote y no le ayudamos más bien hay que rezar mucho por él, para que sea otro Cristo, eso es lo importante de un sacerdote, que es Cristo, como dice san Pablo: “Ya no soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí”, y en la homilía es Cristo, en la Confesión es Cristo, y si tiene unas condiciones para dar una «super homilía» pues que bueno y si no, pues Dios pondrá lo que falta. No perdamos de vista esto.

Hoy acudamos a san Juan María Vianney, «El santo Cura de Ars» para que haya en la Iglesia muchas vocaciones sacerdotales, que haya muchos sacerdotes, todos ellos con deseos de ser santos.

Madre Nuestra, Madre de todos los sacerdotes, ayúdanos a ser sacerdotes santos, a ser otros Cristos.


Citas Utilizadas

Miércoles, San Juan María Vianney, Sacerdote

Números 13, 1-2.25; 14, 1.26-30- 34-35

Salmo 105

Mateo 15, 21-28

 

Reflexiones

Danos Señor, vocaciones de sacerdotes, que quieran ser el corazón de Cristo. Y Tú, Espíritu Santo encárgate de todo lo demás. 

 

Predicado por:

P. Josemaría

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