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Ecuatoriana. Tiene 7 hijos. Orientadora Familiar. Actualmente es preceptora de la Unidad Educativa Montfort.

7 min

El papel cristiano de la mujer

María Paula Aldana nos cuenta sobre el rol que tiene la mujer dentro del mundo cristiano.

¿Quién es María Paula Aldana?

María Paula, colombiana, es estudiante de teología de la Pontificia Universidad Javeriana. Estudiante de Teología del cuerpo del Theology of the Body Institute. Escritora y creadora de contenido digital Instagram @Somos.sos. Defensora de la Dignidad humana de The World Youth Alliance.

Ideas sobre la feminidad

Reflexionar con María Paula sobre los problemas y las perspectivas de la condición femenina en nuestro tiempo, y en el día universal de la mujer, nos permite detenernos a conversar sobre el feminismo positivo, la dignidad y la integridad de las mujeres como núcleo de la sociedad, considerados a la luz de la Palabra de Dios; así como la sensibilidad espiritual y la fuerza de su oración por los hijos.

Sobre el ser mujer y la importancia del cuerpo de la mujer, María Paula nos habla del ser humano como un fin, hay que entenderlo como un fin y no solo como un cuerpo. El cuerpo es la manifestación de la persona. ¿Qué distingue a una mujer de no serlo? Simplemente el cuerpo.

Génesis, 27.  Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer.

La ley de Dios está inscrita en el corazón de cada persona, lo que nos permite descubrir con claridad nuestra dignidad de hombre o de mujer para ese fin último.

¿Qué le aporta el cuerpo de la mujer a la sociedad?

La aportación que la mujer ofrece a la sociedad es múltiple. María Paula nos dice que el cuerpo femenino no solo es genitalidad, maternidad, cuidado de los hijos, es eso y mucho más, toda la persona de la mujer tiene parámetros que constituyen el equilibrio de la sociedad.

Sin embargo hay desviaciones en la sociedad que hace percibir en la mujer solo un cuerpo.

“En nombre del respeto de la persona no podemos además no denunciar la difundida cultura hedonística y comercial que promueve la explotación sistemática de la sexualidad, induciendo a chicas incluso de muy joven edad a caer en los ambientes de la corrupción y hacer un uso mercenario de su cuerpo.”

El núcleo de la familia

También nos afirma María Paula que al ser la mujer el núcleo de la familia, es indispensable toda su influencia en la construcción de sociedades sanas.

Sin desmerecer al hombre lo que hace una mujer: cuidar, proteger, intuir, su especial sensibilidad y vulnerabilidad – que no es debilidad – no puede ser sustituida por otro.

El don de la maternidad es esencial para la sociedad. Toda persona requiere de una figura materna para tener una personalidad sana.

Los dones de la mujer

Es importante hacer conciencia de los múltiples dones que la mujer ofrece y favorece en la vida de toda sociedad. Una aportación, ante todo, de naturaleza espiritual y cultural, pero también socio-política y económica.

¡Es mucho verdaderamente lo que deben a la aportación de la mujer los diversos sectores de la sociedad, los Estados, las culturas nacionales y, en definitiva, el progreso de todo el género humano! 

La oración y la mujer

Desde el punto de vista de la oración…¿Qué es lo que la mujer aporta a la convivencia humana?

María Paula nos recuerda que la Revelación enseña que la salvación pasa por la mujer. Dios salva a su pueblo con la mujer. Todo proyecto de Dios pasa por la mujer y es impresionante la fuerza de la libertad femenina para optar por el plan de Dios. De la misma manera la mujer acude como nadie a Dios.

La mujer dentro del plan de Dios

En María tenemos el sí más grande y libérrimo prueba de ese plan de Dios.

La Iglesia ve en María la máxima expresión del « genio femenino » y encuentra en Ella una fuente de continua inspiración. María se ha autodefinido « esclava del Señor » (Lc 1, 38).

Por su obediencia a la Palabra de Dios Ella ha acogido su vocación privilegiada, nada fácil, de esposa y de madre en la familia de Nazaret. Poniéndose al servicio de Dios, ha estado también al servicio de los hombres: un servicio de amor. 

También nos recuerda María Paula, que a lo largo de las Sagradas Escrituras y de la historia se ve a la mujer en los grandes planes de Dios.

El corazón blanco del perdón

Las doctoras de la Iglesia

Pienso de modo especial en santa Catalina de Siena y en santa Teresa de Jesús, a las que el Papa Pablo VI concedió el título de Doctoras de la Iglesia.

¿Cómo no recordar aquí el testimonio de tantas mujeres católicas y de tantas congregaciones religiosas femeninas que, en los diversos continentes, han hecho de la educación, especialmente de los niños y de las niñas, su principal servicio?

¿Cómo no mirar con gratitud a todas las mujeres que han trabajado y siguen trabajando en el campo de la salud, no sólo en el ámbito de las instituciones sanitarias mejor organizadas, sino a menudo en circunstancias muy precarias, en los países más pobres del mundo, dando un testimonio de disponibilidad que a veces roza el martirio? 

Fruto de la oración

Nos cuenta María Paula, que muchos de nosotros somos frutos de la oración de una mujer. Ella de los rezos de su abuela.

La sanación de nuestra vida pasa por la mujer, tu madre, nuestra Madre la Virgen María – cualquiera, pero la figura espiritual femenina – porque nuestra relación con Dios pasa por una relación con la mujer. Nuestra Madre del cielo no es una persona lejana.

HACER ORACIÓN

María nos acerca a la Trinidad

Además María está con la Trinidad, es la conexión con nuestros ángeles custodios, es quien piensa en todo; se dice que en fiestas especiales hasta manda un rocío a las almas del purgatorio.
…No es por casualidad que se la invoca como « Reina del cielo y de la tierra ». Con este título la invoca toda la comunidad de los creyentes, la invocan como « Reina » muchos pueblos y naciones. ¡Su « reinar » es servir! ¡Su servir es « reinar »!  san Juan Pablo II

¡A Jesús se va y se vuelve por María!

La disponibilidad de la mujer

La disponibilidad de las mujeres a dedicarse a las relaciones humanas, especialmente en favor de los más débiles e indefensos es un valor inestimable.

Nos dice María Paula que ser mujer es tener esa capacidad de “neuroconexión” que el varón no tiene, no porque sea mejor o peor, simplemente no lo tiene; por ejemplo la madre conoce al hijo más que nadie, teniendo el varón otras cualidades que nos hace complementarios en los planes de Dios.

En esa complementariedad nos destaca también a las mujeres, casi  siempre esa sensibilidad mayor a lo espiritual.

« No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada » (Gn 2, 18).

Mujeres felices

María Paula concluye hablándonos de iniciar un camino personal para ser mujeres felices  y llegar a la verdad del amor más grande que es “DIOS”, quien nos pensó y nos amó antes, desde y para la eternidad.

La respuesta la vas a recibir tú, cada una de manera individual siempre y cuando sepas quién eres y cuál es el plan que Dios tiene para ti, en tu ser mujer.

Dios nos llama a cada una para conocernos y darse, por lo que nos plantea María Paula la importancia de preguntarnos: ¿Cómo vivo yo mi ser mujer y si desdigo de mi ser mujer según el plan que Dios tiene para mí?

dar gracias

La ternura de la mujer

La mujer está llamada a llevar a la familia, a la sociedad civil, a la Iglesia, algo característico, que le es propio y que sólo ella puede dar: su delicada ternura, su generosidad incansable, su amor por lo concreto, su agudeza de ingenio, su capacidad de intuición, su piedad profunda y sencilla, su tenacidad…

La feminidad no es auténtica si no advierte la hermosura de esa aportación insustituible, y no la incorpora a la propia vida (san Josemaría, Conversaciones- La mujer en la vida del mundo y de la Iglesia Nº 87).

Dios llama a la mujer

Afirma María Paula que hay una verdad que nos está llamando y nos está pensando siempre, y es quien te creó, pero se revelará en libertad,  en la medida que te dejes curar tus heridas.

Tenemos muchas mentiras que cortar y nos olvidamos que es Jesús quien nos va a completar, el resto son personas con quien nos vamos a complementar. Dios nos llama primero a conocernos, completarnos y luego a darnos.

 Iniciar con oración

El camino inicia con la oración, para que te encuentres con Jesús… Él es el camino la verdad y la vida.

 “Que busques a Cristo: Que encuentres a Cristo: Que ames a Cristo” (Camino 382).

El camino hay que transitarlo a través del evangelio, luego con los más pobres y necesitados y con la Eucaristía donde terminaremos de encontrarnos cada uno.

El camino para recorrer

¡Es necesario continuar en este camino! Sin embargo, estoy convencido de que el secreto para recorrer libremente el camino del pleno respeto de la identidad femenina no está solamente en la denuncia, aunque necesaria, de las discriminaciones y de las injusticias, sino también y sobre todo en un eficaz e ilustrado proyecto de promoción, que contemple todos los ámbitos de la vida femenina, a partir de una renovada y universal toma de conciencia de la dignidad de la mujer.

sal y luz del mundo

Para terminar

Finalmente María Paula nos recomienda elevar nuestro interés académico sobre esta maravillosa creación de Dios, que dice tanto de nuestra dignidad y misión de mujeres en el mundo; comenzando con buenas lecturas, acompañadas de oración y meditación que nos llevarán a hacernos las preguntas correctas para conocernos más y poder dar lo mejor de nosotras.

 


Escrito por

Pamela Avilés

Ecuatoriana. Tiene 7 hijos. Orientadora Familiar. Actualmente es preceptora de la Unidad Educativa Montfort.

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