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P. Luis Palacios

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MIERCOLES DE CENIZA

Con el miércoles de ceniza comenzamos el tiempo de Cuaresma. Son días de penitencia y conversión. Esto lo alcanzaremos si realizamos estas tres tareas: ayuno, limosna y oración.

INICIA CON CENIZA

Comenzamos hoy con el tiempo de Cuaresma, semanas en que la Iglesia nos llama a concentrarnos en la preparación de la Pascua, de aquel hecho fundamental y más importante de la vida del cristiano: la Resurrección de Jesús. Por esto la Iglesia, como buena Madre, no quiere que lleguemos desprevenidos a un evento tan importante y nos regala -porque es realmente un regalo, un don- el tiempo de Cuaresma, que hoy comienza con el Miércoles de Ceniza.
Te puedes preguntar, tal vez, de dónde viene esta tradición tan simpática, incluso llamativa, de que nos acerquemos los cristianos a recibir la ceniza para comenzar ese tiempo de preparación. En realidad, tiene orígenes antiquísimos de los primeros siglos cristianos.
Ya en los primeros dos siglos, los que iban a recibir el sacramento de la penitencia el Jueves Santo se acercaban a la iglesia ese día para recibir la ceniza. Iban con un hábito penitencial, con una ropa así de una textura muy dura, muy gruesa, y se les imponía la ceniza como señal de aquellos penitentes que se iban a acercar al sacramento de la confesión y así poder vivir plenamente la resurrección.

ARREPIÉNTETE Y CREE EN EL EVANGELIO

Como ves la ceniza, en esto que te he dicho, tiene como un significado muy profundo: el significado de penitencia, es decir, de pedir perdón. Por eso te lo imponen en la frente cuando la vas a pedir al sacerdote. En este día, una de las cosas que se dice cuando se impone la ceniza es: “Arrepiéntete y cree en el Evangelio”. Es como que nos pone ya en alerta, decir: Oye, como es un tiempo importante, aprendamos a arrepentirnos porque debemos mejorar nuestra vida.
Otro significado que está también presente en la imposición de ceniza es con otra frase con la cual también nos suele llamar a la conversión el sacerdote que impone la ceniza. También se dice: “Recuerda que eres polvo y al polvo volverás”. Segundo dato informativo importante: la Cuaresma, este tiempo de preparación, quiere hacernos comprender que la vida es corta, que no somos más que polvo y que moriremos y volveremos al polvo. Así que hay que preparar bien el corazón.

¿CÓMO VIVIR LA CUARESMA?

Por eso la segunda parte de esta meditación, ya un poco más práctica, es decir: muy bien; se me ha explicado qué es la ceniza, se me ha dicho que tiene un carácter penitencial para preparar el corazón; esa segunda parte es responder la pregunta de qué debo hacer entonces para preparar el corazón. ¿Cómo puedo vivir la Cuaresma? ¿Cómo puedo yo realmente llegar preparado al gran evento fundamental de la Pascua? Mira, te puedo decir tres palabras, tres palabras que resumen este tiempo: oración, ayuno y limosna. Se las repito: oración, ayuno y limosna. Estas tres palabras, estas tres actitudes fundamentales del alma cristiana en tiempo de Cuaresma, buscan un solo objetivo, que es la conversión.
Hemos visto, y lo escucharás también en el Evangelio de hoy, cómo el Señor Jesús decía:

“Cuando reces, no lo hagas públicamente como los hipócritas […] Anda a tu cuarto, reza en lo secreto, tu Padre te escuchará”. (Mt 6, 6) “Cuando ayunes […] no tengas el semblante así como con dolor; perfúmate, lávate la cara y sale a la vida. Tu Padre, que está en lo secreto te recompensará”. (Mt 6, 16-18).

 “Cuando des limosna, no vayas así anunciándolo por los cuatro vientos, […] sino que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha”. (Mt 6, 2-3).

Hasta en el Evangelio mismo están presentes las tres cosas que te digo: oración, ayuno y limosna. ¿Cómo vivirlo? Mira, te voy a dar unos ejemplos muy sencillos.

AYUNO, LIMOSNA Y ORACIÓN

Ayuno: ¿Qué quiere decir el ayuno? No solamente hoy Miércoles de Ceniza, que haremos ayuno y abstinencia y el Viernes Santo ayuno y abstinencia; los viernes de Cuaresma abstinencia, sino también algo más espiritual digamos. ¿Qué es el ayuno? Privarse de algo. Búscate un buen ayuno para esta Cuaresma. Algo que no es tan importante en tu vida y a lo que le dedicas tiempo y puedes dejarlo un poquito de lado, ¿no? Por ejemplo, te voy a poner un ejemplo así como muy sencillo, si te gusta ver series, películas y las ves todos los días, que puedas hacer un propósito concretísimo: en esta Cuaresma voy a ayunar de las series los días lunes y miércoles, digamos. Muy concreto, muy sencillo.
Tampoco se trata de hacer cosas que sabemos que tal vez no lograremos cumplir como no verás series en toda la Cuaresma, que tal vez no lo vas a hacer. Pero te puedes poner este ayuno de lunes y miércoles. Y ese es tu ayuno de Cuaresma que va a ayudarte a preparar el corazón, a que vivas esta penitencia, este ayuno de algo que te gusta, que no es súper importante tampoco y que lo puedes dejar de lado un par de días a la semana para también estar metiéndote en este ámbito de la conversión. Ayuno en resumen, dejar de hacer algo, ayunar de algo que le dedico mucho tiempo y que tal vez podría dedicarle menos.
Miércoles de Ceniza, un vaso nuevo

LIMOSNA

Lo mismo con la limosna. La limosna es dar un dinerito o algo así, pero también puedes encontrarle un gran significado espiritual para esta Cuaresma a la limosna. Por ejemplo, dar un poco más de las cosas que no estás dando, que te cuesta. Por ejemplo, tú sabes bien que deberías llamar más a tu mamá o a tu papá para ver cómo están, su salud, su vida… Y es verdad que a veces vivimos a mil por hora, y el trabajo, y los niños, y las cosas de la casa hacen que, bueno, sin querer y no porque no ame a mis familiares, pero no les preste tanta importancia, puedes dar limosna de tu tiempo para tu familia. Esa puede ser tu limosna: llamar más a tu papá, a tu mamá, a tus abuelos, a tu familia.
O tal vez si eres más joven y estás en casa y te cuesta mucho ayudar en lo que te piden tus padres, bueno, puedes dar limosna de tu tiempo para ayudar en casa. La verdad es que con cosas muy concretas, por ejemplo: Yo es que nunca, nunca lavo la vajilla, los platos de la casa… Bueno, en Cuaresma, los días sábados, que no tengo universidad, ni colegio, ni nada, lo voy a hacer. Estás dando una limosna de tu tiempo, de tu esfuerzo, limosna de algo que te cuesta.
Tienes que buscar algo concreto, sencillo. Tampoco -como te decía con el ayuno- cosas que sabes que no vas a cumplir. Cuando mi limosna va a ser que todos los días que dure la Cuaresma voy a limpiar la casa en vez de mi mamá, porque sabes que tienes que ir a la universidad, al colegio, tareas, exámenes… y no lo vas a cumplir. Cosas reales, cosas alcanzables, concretas. Limosna.

ORACIÓN

Y luego la oración. Lo mismo, tal vez cosas muy sencillas, como por ejemplo, te puedes proponer: ahora en Cuaresma me voy a proponer rezar el Ángelus todos los días, ya que en general lo hago pero hay días en que se me olvida o que me cuesta más y que no lo hago. Pues decir: en Cuaresma, estos tantos días hasta la Pascua, voy a rezar el Ángelus siempre sin parar, digamos, o sea, cada día. Pero de nuevo te digo, cosas alcanzables, realizables, reales, sencillas, realistas. No vas a decir bueno, en Cuaresma voy a estar dos horas delante del Santísimo cada día. No puedes porque tienes tus responsabilidades. Pero sí el Ángelus todos los días, como por ejemplo, ¿no?
Entonces, esto es la forma de vivir la Cuaresma: ayuno, limosna y oración. Te invito a que te busques algo para cada una de estas palabras, o si te resulta incluso muy difícil que busques al menos una, un compromiso en la oración o un compromiso de limosna o un compromiso de ayuno, pero algo para preparar bien el corazón y vivir esta Cuaresma.
Sabes que el tiempo pasa rápido, así que ponte desde ahora manos a la obra y llega con un corazón penitente, con un corazón convertido, con un corazón transformado y lleno de santidad al gran día de la Resurrección de Jesús nuestro Señor. Que Dios te bendiga.


Citas Utilizadas

Jl 2, 12-18
Sal 50<
2Co 5,20-6,2
Mt 6, 1-16, 16-18

Reflexiones

Señor, ayúdame a que sepa vivir esta Cuaresma con un corazón penitente y convertido.

Predicado por:

P. Luis Palacios

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