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María, un nombre hecho oración

Tu nombre es María

En múltiples pasajes de la Sagrada Escritura, Dios llama a los escogidos por su nombre, como a Samuel o a Pablo, entre muchos otros personajes. Aunque no lo creamos, nuestro nombre nos define, nos hace particulares a los ojos de Dios y a los del mundo, desde antes de nacer Dios, ya conocía y nos había asignado una misión. El nombre que recibimos al nacer se puede considerar el primer regalo de nuestros padres, un regalo que estará con nosotros por el resto de la vida.

¿Qué significa María?

A lo largo de la historia se le han dado distintos significados al nombre de la Santísima Madre de Cristo; en consecuencia, existen diversas versiones sobre su significado.

En arameo el nombre de María se escribe “Mariam” y en hebreo “Miriam”; la traducción más común, proveniente del Hebreo, afirma que María significa “Doncella, Señora, Princesa”.

Otras versiones sostienen que el nombre de María proviene de la palabra “mirra”, la cual desde antiguo se ha usado para simbolizar la unión de Dios con el hombre; de esta manera, es María la creación más perfecta que une lo divino con lo humano, pues llevó en su vientre al mismo Dios hecho hombre.

Hacer oración con el nombre de María

Saliéndonos un poco del significado literal de María, el santo nombre de María sintetiza muchas cosas para el creyente.

El nombre de María también es auxilio para el cristiano que clama a ella, da consuelo a los corazones desahuciados, pues sabemos que cuando nos dirigimos a ella lo hacemos con la confianza propia de hablar con una madre, una madre que ruega e intercede tiernamente por sus hijos.

El nombre de María es confianza frente a los momentos de tribulación, es la certeza de que todo estará bien, pues ella nos acompaña. María nos enseña también cómo asumir la cruz en nuestra vida, nadie mejor que ella, quien supo permanecer firme junto a Cristo durante Su Pasión y soportó en su Inmaculado Corazón siete dolores.

María es por excelencia la mujer hecha oración, todo en su vida fue relativo a Dios, como lo expresa San Luis María Grignion de Montfort en el Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen María: “…

Me atrevo a llamarla la relación de Dios, pues sólo existe con respecto a él, o el eco de Dios, ya que no dice ni repite otra cosa más que Dios.   Si dices María, ella dice Dios».

El dulce nombre de María es entonces constante comunicación con Dios, pues ella no se queda con nada para sí, todo se lo entrega a Dios. Consecuentemente, María nos enseña cómo hacer de nuestras vidas una oración agradable al Señor.

Quien fue maestra de oración del Hijo de Dios hecho hombre, con seguridad sabrá enseñarnos a orar, si nos acercamos a ella como niños pequeños.

La historia de mi nombre

Mi nombre es María Paola. De pequeña creía que mi nombre era de lo más común y corriente, nunca le encontré algo especial.  Hace unos años se me ocurrió preguntarle a mi papá por qué me había llamado María, la respuesta me enterneció el corazón:

-Papi, ¿por qué me pusiste el nombre de María?

-Naciste en mayo, mes de la Virgen María.

Así fue como descubrí una parte de mi esencia, tan evidente y tan ignorada por mí: siempre he sido de María, siempre he estado bajo su custodia, hoy me llena de alegría reconocer que desde mi nacimiento hasta el final de mis días fui consagrada a ella, le pertenezco a la más perfecta de las mujeres, a la llena de gracia, y por lo tanto, todo en mi historia debe hablar de ella.

Sin duda, ahora prefiero que me llamen María, aunque a veces sienta que me queda grande. El nombre de la Santísima Madre de Dios es música para los oídos del buen cristiano, una oración para quien lo pronuncia con fe. 

María es modelo en mi caminar de fe, mi nombre me recuerda, a cada momento, que estoy llamada a imitar sus virtudes en lo cotidiano, a decir “Hágase en mí, según tu palabra” (cfr. Lucas 1, 38) a la misión de Dios en mi vida. Yo también quiero ser como tú María: toda de Dios.

El 12 de septiembre la Iglesia Universal celebra el Dulce Nombre de María. Ve y cuéntale a todas las Marías que tienes cerca, el tesoro que resguarda este santo nombre. Te invito a que medites por un momento esta pregunta:

¿Qué significa en tu vida el dulce nombre de María?

“¡Oh nombre de la Madre de Dios, tú eres el amor mío!” San Anselmo.

Escucha esta meditación acerca de la fiesta del Nombre de María 

 

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