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Sacerdote. Doctor en Teología. Ing. Sistemas. Instagram @p.juancarlos

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Tercer Domingo de San José

El Señor quiso enseñarnos a través de la vida de su padre en la tierra que la felicidad nunca está lejos de la Cruz, y que cuando la oscuridad y el sufrimiento se llevan con sentido sobrenatural, no tardan en aparecer la claridad y la paz en el alma. Junto a Cristo, los dolores se tornan gozos.

Seguimos con la consideración de los Domingos de San José. Cuando contemplamos la vida de San José descubrimos que estuvo llena de penas y de alegrías, de dolores y de gozos. 

Parece que el Señor quiso enseñarnos a través de la vida de su padre en la tierra que la felicidad nunca está lejos de la Cruz, y que cuando la oscuridad y el sufrimiento se llevan con sentido sobrenatural, no tardan en aparecer la claridad y la paz en el alma. Junto a Cristo, los dolores se tornan gozos.

Tercer Dolor y Gozo

Nos encontramos con la narración de San Lucas: Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.

– ¡Glorioso San José, ejecutor obediente de la Ley de Dios! La Sangre preciosa que en la Circuncisión derramó el divino Redentor te traspasó el corazón; pero el Nombre de Jesús, que le fue impuesto, te llenó de consuelo.

– Por este dolor y gozo te rogamos que nos obtengas la gracia de que, quitado de nuestro corazón todo vicio en la vida, tengamos la dicha de morir con el Santísimo Nombre de Jesús en los labios y en el corazón.

Glorioso San Jose
Oración

V/. Sé siempre, san José, nuestro protector.

R/. Que tu espíritu interior de paz, de silencio, de trabajo y oración, nos ayude, con María, la Madre de Jesús, a cumplir fielmente nuestra misión en la Iglesia.

V/. Ruega, por nosotros, san José.

R/. Para que seamos dignos de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Oremos:

Dios todopoderoso, que confiaste los primeros misterios de la salvación de los hombres a la fiel custodia de San José; concédenos, te rogamos, lo que fiados en su poderosa intercesión, humildemente, te pedimos. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/. Amén.

 

 


Escrito por

Padre Juan Carlos

Sacerdote. Doctor en Teología. Ing. Sistemas. Instagram @p.juancarlos

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