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Venezolano, vive Buenos Aires. Estudia Comunicación Publicitaria en la U.Católica. Recibe formación cristiana desde hace 6 años.

5 min

La Cuaresma es un tiempo de preparación para la Pasión de Cristo

Pero, si su muerte es tan dolorosa, ¿qué significa “prepararnos” para ello?

Recuerdo que una vez estaba en misa, y el sacerdote que celebraba, al que le tengo mucho aprecio, contaba lo siguiente en la homilía: “Mi hermana está llena de tatuajes. Está repleta, tiene en los brazos, piernas, hombros, espalda, barriga, pecho, etc… está llena de tinta.

Siempre me dio curiosidad si eso le causaba dolor, y qué tanto dolor le producía. Un día me animé a preguntarle, y su respuesta fue muy enriquecedora: “Los tatuajes son tan importantes para mí y tengo una conexión tan fuerte e íntima con ellos, que no me importa soportar un poco de dolor con tal de tener esa marca en la piel que tan feliz me hace”. Quedé en shock, pues mi hermana le vio mucho sentido al dolor que le generan los tatuajes”.

tatuajes

La prédica continuó y la verdad confieso no recordar el evangelio que comentaba. Pero me quedó muy marcada esa idea: Más allá de la moralidad cristiana que hay detrás de los tatuajes, hay personas capaces de soportar el dolor físico de una aguja con el fin de decorar su piel con un motivo que les haga feliz. <

Preparación para… ¿el dolor?

La Cuaresma es el tiempo litúrgico de preparación para la Semana Santa, específicamente,  la muerte y resurrección de Cristo. La muerte es muy importante, es trascendental y marca un hito en la historia del cristianismo, pero es un hecho que solamente tiene sentido si tenemos el norte en la resurrección.

No tiene sentido preparar una Cuaresma en la que no tengamos presente que Dios termina resucitando y salvándonos a todos. Imagínate que la Pasión llegara hasta ahí: Jesús muere en la cruz, y punto. ¿Te parecería algo memorable?

A mí sí me parecería memorable, pero como una fecha trágica que solo recordaríamos con dolor, tristeza, desolación y desesperanza. Creo que no existiría un tiempo de “preparación” si el desenlace de la historia fuese una muerte fría y lenta.

Entonces, ¿qué preparamos?

Efectivamente, la muerte hay que prepararla, no puede pasar desapercibida, pues gracias a ella es que existe la Resurrección, pero hay que prepararla pensando en lo que viene después: nuestra salvación.

Lo que Jesús hizo en la cruz, lo hizo por amor, lo hizo por ti, y lo más fuerte (a mi criterio), es que lo hizo libremente. De hecho, en la misa se lee: “Cuando iba a ser entregado a su Pasión, libremente aceptada”. Jesús nunca se resistió a las esposas como lo hace un criminal que sabe que es culpable, sino que con humildad aceptó la vocación que se le había dado y decidió darse por amor: por ti, y por mí.

consagración PJCV

Por lo que, ese dolor tan inhumano que sufrió en la cruz, tiene mucho sentido, así como el dolor de los tatuajes tiene sentido para Valeria,  tiene el sentido de salvarte a ti, y de salvarme a mí, y lo sufrió todo libremente para salvarnos a todos del pecado.

La preparación consiste entonces en acompañar a Jesús en el dolor que sufrió por nosotros, para que no lo sufra solo. Así como Juan y María estaban al pie de la cruz, Él desea que nosotros estemos ahí, al pie de la cruz en la Pasión, acompañándolo y compartiendo con Jesús el sufrimiento.

Pero, ¿por qué murió?

Imagínate a un gran empresario, y piensa ahora que el último becario, recién salido de la Facultad, que ha entrado en la empresa, quema las oficinas centrales, mata a su mujer y a sus hijos, le roba todo su dinero y además le echa ácido sulfúrico en la cara… pues entenderás que si esa persona quiere ser perdonada, no le bastará con decir lo siento.

Ese becario, aunque esté arrepentido, es difícil que pueda reparar todo el daño que ha hecho… Pues los hombres a Dios le debemos infinitamente más… y es imposible que podamos subsanar nuestra culpa. Por eso es Cristo quien se ofrece en la Misa a cambio de nosotros.

Pensamos que…

A veces pensaremos que tú y yo no tenemos culpa de nada, que eso se debe al marrón en que nos metieron Adán y Eva, que vaya par de pringaos… el pollo que montaron por la dichosa manzana. Pero no es así…

En la Cruz están todos los pecados de todos los hombres de todos los tiempos… los tuyos también. Y ese desprecio por Dios, esos salivazos que tú y yo le hemos echado a la cara por nuestras culpas, solo pueden ser perdonados cuando Cristo pide perdón por nosotros, cuando Cristo asume todas nuestras culpas y nos abre de nuevo las puertas del cielo… las puertas de poder volver a tratar a Dios con la confianza de un hijo que ha vuelto a su Padre y ha sido perdonado…

Por eso, y por mucho más que un buen teólogo sabría explicarte, la Misa es la pasada más grande en la que jamás podrás estar presente… (A Dios le importas, Antonio Pérez Villahoz).

Pido disculpas por lo extenso de la cita, y que además es extraída de un capítulo sobre la Santa Misa, pero este cura español explica mucho mejor la idea que quiero comunicar: Jesús murió en la cruz por tus pecados, y los míos. No por los Adán y Eva (que también), sino por los de toda la humanidad. Y no basta un “lo siento”, no basta que Eva se acerque y le diga: “perdón por desobedecerte”; alguien tiene que pagar esas penas, y ese alguien es Jesús, en un acto perfecto de amor.

pasión del Señor

En conclusión, ¿Cómo vivimos la Cuaresma?

Recomiendo meterse de lleno en todas las escenas de la Pasión, y poco a poco ir meditándolas a medida que avanza la cuaresma. Imaginarse como un personaje más de la película (como Juan, Pedro, María).

Yo personalmente el año pasado le saqué mucho provecho a la película de la Pasión de Cristo; me sirvió muchísimo tener una imagen real de cómo fueron más o menos los acontecimientos, para imaginarme el dolor que Jesús estaba ofreciendo por nosotros: por ti, y por mí.

Y lo más importante es tener un propósito de lucha que dure toda la Cuaresma. Ojo, la Cuaresma dura 40 días… la idea no es plantearse 70 objetivos para terminar por no cumplir ninguno.

Es preferible plantearse uno solo, chiquito (hacer un ratito de oración todos los días), y poco a poco ir formando esa virtud. Y los días que ese objetivo cueste un poco más de la cuenta, ofrecerlo a Jesús para acompañarlo en su desierto.

Ya que en estos días de Cuaresma toma más sentido el Camino de la Cruz ✝️ o Vía Crucis, hemos convertido cada una de las estaciones en meditación para que reces 🛐 y acompañes a Jesús. Descarga tu e-book ⬇️⬇️
https://bit.ly/descargaviacrucis


Escrito por

Daniel Urdaneta

Venezolano, vive Buenos Aires. Estudia Comunicación Publicitaria en la U.Católica. Recibe formación cristiana desde hace 6 años.

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