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BUSCO UN AMIGO

BUSCO UN AMIGO

YO BUSCO UN AMIGO Y TÚ BUSCAS SER PARA MÍ, EL MEJOR

Estaba Juan con dos de sus discípulos (Juan Bautista) y, fijándose en Jesús que pasaba dice:

 «Este es el Cordero de Dios».  Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían les pregunta: “¿Qué buscáis?”.

Esa pregunta nos la hace Jesús en este mismo instante… ¿Qué buscáis? ¿Ya tienes tu respuesta? Yo tengo la mía:  Busco ser tu amigo Jesús. Busco ser tu amigo, quiero conocerte, quiero que seas mi amigo y el mejor.

Con la seguridad de que este amigo nos va a aceptar tal cual como somos. Podemos presentarnos sin tapujos, contarle cómo es nuestro interior y también nuestra vida exterior; sin miedo, porque Jesús tiene los ojos limpios. Podemos darle a conocer nuestros miedos, nuestros intereses más escondidos, inseguridades y tener la seguridad que será nuestro mejor amigo, que nos querrá como somos.

Jesús no es de los que etiqueta, calcula o encasilla a las personas por su apariencia, por su primera impresión; a ti Señor Jesús, te interesa solamente nuestro corazón. Sí, tendremos entonces una amistad sincera, total y auténtica, si te abrimos nuestro corazón.

INTERÉS REAL POR EL OTRO

Estoy leyendo la historia de un profesor ciego que comienza a dar clases a un grupo de adolescentes. En la primera clase se presenta y explica su ceguera… (la ceguera le empieza a los 35 años y a los 40 años, ya no veía nada).  Empieza entusiasmándolos con su nueva clase de ciencias y al final de esa primera clase les dice que el primer ejercicio de la siguiente hora será que ellos se presenten.

Que se presenten uno a uno. Uno de los alumnos le dice que es la primera vez en toda la escuela que puede contar un poco de su vida, de qué tiene en su corazón.

El alumno le dice: Profesor mire, llevo 12 años en este colegio y nadie me había preguntado por mi historia personal. No puede ser que sea necesario convertirse en ciego, para interesarse por los otros, por quiénes son.

Si quieres darte a conocer a un ciego… estás en problemas, porque tendrás que buscar la forma para que te conozca, explicarle quién eres, cómo eres…

EL MEJOR DE TODOS TUS AMIGOS

Muchas veces entre los amigos puede haber sentimientos …no se, envidias, celos, comparaciones. Con Jesús no ocurre esto, Él sabe que nosotros quisiéramos ser como él. Nos atrae, nos parece el ser más auténtico y queremos imitarle. Él lo sabe, pero nunca nos impone nada, nunca nos exige responder a su amistad imitándolo. No, Él es muy delicado. Aprecia y respeta y valora  nuestro mundo interior.

Con Jesús hay que arriesgarse. Sí, arriesgarse en el sentido claro de exponerse a abrir el corazón, a dejar ver nuestra propia fragilidad. Hoy en día los jóvenes, (aunque me imagino, que antes fue igual),  exigen de los demás sobre todo: Autenticidad. Si, autenticidad, sencillez y transparencia.

Pues es verdad..  La máscara de una supuesta perfección, produce rechazo. Imaginemos conocer una persona que se presenta como perfecta…  puede ser insoportable.

Tú, Jesús nunca nos va a exigir la perfección… después de conocernos y de querernos como somos. Claro, que nos va a exigir que luchemos por ser mejores.  Pero, no por ser perfectos sino por ser mejores.

¿QUÉ BUSCAS EN UN AMIGO?

Me gustaron mucho las siguientes definiciones de amistad de algunos autores conocidos:

Te sugiero que mientras las digo pienses en Jesús y compruebes que efectivamente es tu mejor amigo.

Acordémonos que estamos haciendo oración, estamos hablando con Jesús; Y criterios de amistad hay muchos, muchos…

Creo, Jesús que nos vendría bien recordar los que tú mismo nos das… Vayamos sacando propósitos y entonces se va ir expandiendo nuestro corazón.

CRITERIOS DE AMISTAD

Jesús nos da algunos criterios de amistad. Como en el Evangelio de San Juan (capitulo 15), donde nos dice:

“No hay amor más grande que dar la vida por los amigos… Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os llamo amigos, porque os he comunicado todo lo que le he oído a mi Padre. No me elegisteis vosotros a mí, sino que fui yo quien os elegí a vosotros… Esto es lo que os mando: que os améis unos a otros”

 (Jn 15, 13–17).”

Jesús, eres realmente un amigo de calidad porque has dado la vida por mí, solo lo tengo que reconocer.

AMIGO QUE TE ABRE NUEVOS HORIZONTES

Hay un relato de amistad que aparece en el Evangelio que me gusta especialmente. Se trata de Nicodemo, aquel fariseo que se siente muy atraído por Jesús, lo busca, lo busca una noche y consigue hacerse amigo íntimo de Jesús y de ese primer trato de amistad, Jesús le abre nuevos horizontes. A Nicodemo le dan ganas de vivir.

No fue un discípulo. Era fariseo, era parte del grupo de personas que condenó a muerte a Jesús por envidia; pero se sintió atraído por Jesús. Habló una noche con él y eso le bastó para que cayera en su alma una semilla, que iría creciendo; incluso hasta querer dar la cara por su Señor. (Dio la cara por Jesús, demostró su amistad auténtica).

Por eso Señor independientemente de cómo sea nuestra vida exterior e interior, queremos ser tu amigo.

MIREMOS A JESÚS Y A MARÍA

Volvemos a mirar a Jesús que se gira y no dice: ¿Qué buscáis? qué buscáis… Pues bueno, tenemos todo el día, todo este día para responderle.

Pero… ¿Qué pasó con los discípulos de Juan? Eso que pasó ese día hace mucho tiempo, pasa ahora con nosotros.

Continuando el Evangelio, yo me he quedado solamente hasta esa primera pregunta, pero si seguimos leyendo continúa así:

“Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?».  Él les dijo: «Venid y veréis» Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con el aquel día. ¿Y quién vivía en la casa de Jesús? María de Nazaret.

Jesús rápidamente quiere que conozcan a su queridísima madre y que consigamos con ella también una profunda, limpia y auténtica amistad.

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